Las emergencias químicas requieren un nivel de conocimiento altísimo, comparado con los incendios originados por la electricidad. En estos procedimientos es necesario actuar con mucha precisión y cautela ya que los riesgos de la seguridad de los Voluntarios, que actúan en este tipo de siniestros, son altamente peligrosos y complicados.
Los accidentes químicos se generan cuando una sustancia peligrosa se escapa del recipiente que lo contiene, produciendo un serio peligro para la población o a quienes se encuentran manipulando dicha sustancia, incluyendo a los bomberos que acuden a controlar la situación.
En la última década de este largo camino, donde ya hemos cumplido medio siglo, se han vivido los cambios más notorios y no se trata solamente de cambios físicos, estructurales o económicos para las compañías; si no que se trata de cambios mucho más significativos debido a la incorporación de las nuevas tecnologías.
El imparable avance tecnológico y el impresionante crecimiento del parque industrial, que consumio cuanto terreno existió en la comuna, son las primeras causas de que esta última generación bomberil haya tenido que mejorar imperativamente los procesos de capacitación para los voluntarios, quienes bajo acuerdo de la asamblea en el año 2000 decidieron especializarse en Materiales Peligrosos (HAZMAT).
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